miércoles, 11 de marzo de 2009
Publico hoy una historia enviada por Ayo, uno de los lectores del blog. recordad que poéis mandar vuestras historias a literaturamateur@hotmail.com.
Corría yo por una gran avenida que atravesaba la gran ciudad levantada sobre el mundo antiguo, se hacía tarde y tenía el riesgo de perder la mejor oportunidad que, seguramente me brindaría la vida. No sabía que me iban a ofrecer, pero sin duda, y así lo afirmó la muchacha que me llamó vía teléfono por la mañana, era algo tan alucinante, que describirlo sería imposible. Traté de sonsacarle información sobre de que se podría tratar, pero incluso ella lo desconocía, se trataba de algo, y así afirmaba ella que le habían encomendado transmitirme, que pocas personas son capaces de comprender y aceptar.
El local pasaba desapercibido para el gran público que caminaba por la calle, era un restaurante con poco marketing exterior, lo que lo hacía, al menos por fuera, un generador de desconfianza. Había conseguido llegar, aunque diez minutos tarde, pero supongo que hasta el gran César esperó en su momento. Al entrar encontré un local con ambiente algo cargado, en seguida me atendió un camarero de aspecto desgarbado y con cara de pocos amigos, le pregunte por la mesa del señor Cabalieri, y me afirmó que ya se había marchado. Una nube negra se aposentó en mi cabeza maldiciendo al camarero, sentía la necesidad de pegarle un puñetazo y dejarlo sin sentido, pero pronto vislumbré la luz cuando aquel desgarbado camarero me dijo que había dejado una nota para mí el señor Cabalieri.
Absorto en mis pensamientos de documentalista, repasaba mentalmente la ingente cantidad de documentación pendiente en mi escritorio de la oficina y que reclamaba mi atención inmediata, la futura biblioteca romana que se iba a inaugurar requería mi disciplina para su puesta en marcha, ya que debía documentar y validad todos los documentos arqueológicos que se iban a incorporar. Acababa de llegar a mi oficina, la verdad y, no era por ser pelota, habían edificado un edificio digno de admiración, de ocho pisos de altura y con grandes cristaleras lo convertían en un gran espejo situado en una gran avenida que desembocaba en el escudo que poseía la representación gráfica del espíritu de la ciudad. Había llegado a mi departamento, y cómo jefe debía comprobar que todo el personal se encontrara en sus puestos correspondientes, ya que la fluidez del trabajo residía en la perfecta armonía de las funciones de cada trabajador, como si de un cuerpo humano se tratase, si alguien sufría retrasos, los demás lo pagarían.
Tras la puerta de cristal con mi nombre se aposentaba mi despacho, amplio y luminoso, lleno de papeles por todos los huecos, pero sin desorden, todos ellos bien catalogados. Rápidamente me senté y comencé a desplegar la nota para ver lo que decía, sonó el teléfono, era mi secretaria confirmando mi cita de las seis de la tarde con el que se iba a convertir en el director de la nueva biblioteca romana, la reunión va a ser dura, pues mi equipo se ha quedado pequeño para el volumen de trabajo demandado, y debía hacerle entender que aumentar la plantilla retrasaría aún más el trabajo, ya que las nuevas incorporaciones debían amoldarse al ritmo y método de trabajo a seguir, lo que supondría una gran pérdida de tiempo de la que no disponía. La nota contenía únicamente un número de teléfono, al que me dispuse a llamar de inmediato.
Un hombre de voz aterciopelada respondió, tras confirmarme que se trataba del señor Cabalieri, se apresuró a reclamarme la tardanza, a lo que me disculpé, mi trabajo es muy absorbente, y perdí la noción del tiempo. Me dijo que vendría a mi despacho para tratar el tema que nos debía haber ocupado. Pronto se hicieron las cinco menos cuarto cuando de nuevo sonó el teléfono de mi despacho, se trataba de mi secretaria confirmándome la llega del señor Cabalieri, me apresuré a salir a recibirlo cuando se abrió la puerta sin darme tiempo a levantarme del sillón. Robusto, alto, y de aspecto jovial serían los adjetivos más apropiados para calificar el aspecto del señor Cabalieri, entró sólo, iba trajeado en tono negro y lo que parecía una camisa violeta, pero muy oscura. Le pedí que se sentara.
A cada palabra que me decía imaginaba lo que trataba de decirme, pero en mi consciencia no se formaba una imagen real capaz de soportar la idea, que según afirmaba, era ya toda una verdad y se encontraba en funcionamiento. Afirmaba que poseía la forma de viajar en el tiempo, y que necesitaba a alguien que fuera capaz de documentar el futuro al que habían conseguido viajar, pues según los pocos datos que han podido recabar, la fecha a la que correspondía el supuesto viaje al futuro se situaba a sólo cincuenta años por delante. Me daba dos días para pensármelo, claro está, con la amenaza de arrebatarme todo lo que poseía si decidía contar lo acaecido a la prensa o a otra persona. La amenaza era seria, he izo hincapié en ella, puesto que además de destrozarme mi carrera profesional, nadie me iba a creer.
No sabía qué hacer, me sentía extrapolado de la realidad inmediata, a la vez que atemorizado por las posibilidades que se me presentaban, y para mí lo más importante, de verdad habían conseguido viajar en el tiempo aunque fueran tan sólo cincuenta años, pero lo que no entendía era porque me habían elegido a mí, habían mas documentalistas en el mundo entero, y lo que afirmaban era que yo reunía las características esenciales necesarias para la labor.
Fin del primer volumen.
¡¡¡A ver qué os parece!!! ¡¡¡ No temáis en criticar!!!
Él lo ha dicho todo, vuestro turno.
6 comentarios:
Me ha dejado un poco descolocado el tema de la historia, al principio pensaba que era algo realista y al final da un vuelco enorme.
Creo que has conseguido describir muy bien la escena pero se me ha hecho un poco pesada la descripción, quizas por que en su mayoría no tenía relación con la historia ni con los pensamientos del personaje, aunque claro, esta es mi humilde opinión.
Gracias por haberte animado, espero que sigas enviando el resto de los volumenes de la historia y que alguno de los lectores siga tus pasos.
Como dice Ábaco creo que queda obsoleto lo del viaje por el tiempo
(y no hablando de la figura del documentalista xD).
Por lo demás creo que la descripción está bastante bien,buena la verdad.
La historia está bien redactada, el principio cuando describe la llamada misteriosa y la reunión está bien pero ya cuando dices lo del viaje en el tiempo mejora sustancialmente.
Espero el volumen 2 ;)
Gracias a todos!!! asi me animo a escribir la segunda parte, aunke mi intencion eske haya mas, hasta problablemente lograr un librico!! XDD. Lo del viaje del tiempo me da mucho juego y para la trama k tengo pensada keda genial. Un saludo!
Yo quiero tener un futuro laboral tan bucolico como ese. Con secretaria y todo.xD
Logras describir la escena muy bien y captar la atención del que lo esta leyendo.
Suerte con las próximas entregas.
Para empezar te diria que rebelión
es con B, para empezar a escribir
hay que saber eso , escribir.
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