Apuestas

domingo, 8 de marzo de 2009

Bueno aquí os dejo otro relato corto, personalmente no estoy muy contento con él, me parece que me ha quedado un poco... seco, por así decirlo. ¿Qué opináis?


John se había apalancado en la barra de un bar, llevaba allí varias horas esperando impaciente la llegada del pitido inicial, aquel partido era el más importante de su vida, no era una final, ni siquiera un partido decisivo, pero para él era una puerta para librarse de sus problemas.
Muchos de sus amigos habían quedado en un local unas manzanas más abajo, pero él quería estar solo, no le apetecía formar parte de una multitud alocada, esperaba sufrir su agonía en silencio, tampoco le llamaba la atención verlo en casa, ya que su mujer estaría continuamente dándole la lata, John haz esto, haz lo otro, y cuando esta viera que no hay forma de sacarlo de su embelesamiento utilizaría la táctica infalible, unirse a él, pero no para ver el partido, ella nunca haría eso, lo que haría sería avasallarle con preguntas estúpidas para molestarle, ¿Por qué ese va de un color distinto?¿Qué es un fuera de juego? y toda clase de preguntas que le sacarían de sus casillas. Asique optó por ir al bar mas lúgubre y apartado de la ciudad, donde sabía que nadie le molestaría.
No había mucha gente en el establecimiento, solo él y un hombre que parecía que llevara allí desde que abrió, su aspecto concordaba perfectamente con aquel antro, sus ropas estaban rasgadas y llevaban unos guantes a los que le faltaban varios dedos, llevaba una barba encrespada y el pelo despeinado y largo a la altura de los hombros. John lo miraba con un poco miedo, no quería acabar como aquel hombre, viviendo en la calle y gastándose lo poco que ganara en un bar, si aquel partido no salía como él esperaba así es como terminaría tarde o temprano.
El partido dio comienzo, John pidió otra copa, no sabía cuántas llevaba ya, había perdido la cuenta. Casi no prestaba atención al encuentro, su subconsciente le obligaba a distraerse, a observar lo que había a su alrededor, en el fondo no quería mirar. De pronto y sin previo aviso el pobre y el camarero gritaron cantando un gol, se giró rápidamente. Bien, vamos ganando, una buena noticia. Se alegró por dentro, pero le faltaron fuerzas para expresarlo, parecía como si le hubieran quitado de encima toneladas y toneladas de sufrimiento, se sentía bien.
A partir de ese tanto, John perdió el miedo, disfrutaba del partido y del juego de su equipo, aunque sufría bastante cuando el rival tenía una oportunidad de empatar. Todos los recelos que hasta ese momento le estaban atormentando desaparecieron y le dejaron descansar. Pero aquello no duraría mucho, no pasaban ni veinte minutos desde el primer gol cuando el equipo contrario, que parecía estar ya completamente derrotado anotó de forma inesperada. El hombre se derrumbó, volvieron las dudas, aunque seguía con un poco de tranquilidad, con aquel resultado no ganaba, pero tampoco perdía, que era lo importante.
Con el partido ya casi finalizado la cara de John reflejaba una mezcla de horror y esperanza, esta última desapareció en poco tiempo. Ya en el tiempo de descuento y cuando nadie lo esperaba el equipo rival robó el balón y en una jugada de contragolpe marcó el gol que les daría la victoria. John quedó desolado, todo había terminado para él. Pidió la cuenta al camarero, pagó, y se marchó sin ni siquiera coger las vueltas, no le importaba, bastante dinero había perdido aquella noche como para preocuparse por eso.
De camino pensaba en cómo contar a su mujer aquello, en cómo decirle que les había arruinado, apuró el trayecto a casa dando vueltas por los alrededores hasta que llegara el momento en que supiera que al llegar a casa su esposa estaría durmiendo. Finalmente se decidió, aparcó el coche y subió al piso. Antes de acostarse puso el despertador una hora antes de lo habitual para no tener que hablar con ella.
John no pudo dormir en toda la noche, cinco minutos antes de que sonara el reloj lo apagó para evitar hacer ruido, se levantó, cogió las llaves del taxi y se marchó a hacer su turno.
John se metía por callejuelas para evitar que cualquier persona reclamara sus servicios, pero no tuvo suerte, un chico de unos veinte años le levantó el brazo llamándolo, en principio pensó en no parar, ¿Por qué no he colocado el cartel de ocupado? Parezco estúpido. Finalmente paró, recogió al chico y arrancó antes de que este dijera nada.

6 comentarios:

DoctorMente dijo...

Ha quedado definida una idea interesante: la abstracción, el ensimismamiento de John. Quizás yo lo hubiera mejorado en esa temática. Una escena cotidiana pero que demuestra lo débiles que somos ante las dificultades.

¿Qué opinas de lo que escribo en mi Blog?

Roldán dijo...

El final no parece tal, parece que se ha quedado incompleto y, tal como has dicho, seco.

Jeckyll dijo...

A mi me ha gustado más que el anterior porque aquí has interiorizado más en los personajes, aparecen más que los dos del diario del resacoso, y la historia también tiene más miga porque se masca la tragedia del tal John. No me parece que sea seco aunque el final es un poco abrupto.

Night dijo...

Corroboro lo que dice Jeckyll, está mejor que el anterior, aunque esta temática machista no sea de mi agrado, brindo por que se nota la mejoría. Animo!!!

José Manuel González dijo...

@DoctorMente

En este caso me pareció imposible no mostrar esa abstracción, podría decir que acompaña a la historia aunque yo no quisiera.


@Roldán

Bueno ninguna historia de las escribo tiene un final definitivo, las dejo abiertas mientras pueda sacarle algo de jugo y eso en ocasiones provoca confusión el o inconformismo de los lectores con dicho final.


@Jeckyll

Solo puedo decirte lo que ya he dicho a los anteriores.


@Alejandro

La temática no es machista. No he contado la historia desde mi punto de vista, si no desde el punto de vista de john, dentro de su personalidad me ha salido solo el darle esa característica, forma parte de él no de mi.

Javi dijo...

Tus personajes sufren de lo lindo. No me gustaría estar en el pellejo de ninguno. Es cierto que es un poco seca pero también es normal porque es un hombre que busca estar sólo y solo la aparición de otros personajes harían que no fuera así. La situación de John requería lo que has escrito.Esta mejora otras que has escrito después.